“Acompañar a alguien a descubrir su vocación y a concretar sueños es algo muy reconfortante”, resumió Belén Wagener, compliance Officer en Telefónica Movistar Argentina. El proceso, cuando ocurre dentro de una empresa, tiene beneficios adicionales: ayuda a transmitir el conocimiento dentro de la compañía, conecta a distintas generaciones de personas y genera relaciones de confianza perdurables.
Wagener formó parte del panel Historias de mentoreo dentro del summit Mujeres Power, organizado por Forbes.
Con el mentoreo “se forma algo muy poderoso, que te enriquece. Aprendés, te inspirás, encontrás cosas que quizás no habías pensado”, agregó Wagener.
Wagener compartió el panel con María Lucía Casco, gerente Comercial de Yara para la región Norte de Argentina, una empresa que produce y comercializa fertilizantes. “Anímense a tomar una mentoría dentro o fuera de la empresa porque se va a traducir en gestión y resultados, y será un espacio muy valioso para capitalizar”, destacó.
A su lado, Victoria Ces, business strategy Lead en Mastercard South LAC, explicó que “haber sido mentoreada me ayudó a recibir una visión complementaria y a tomar decisiones complejas. Y además es una oportunidad de network que suma al desarrollo de carrera”.
Mentoreo como oportunidad de crecimiento
El mentoring es una herramienta transformadora, tanto a nivel profesional como personal. “Es una oportunidad, algo que te potencia”, afirmó Wagener, recordando cómo este proceso le permitió reconectar con su vocación y darle un giro a su carrera.
En su caso, el mentoring la ayudó a vincular su carrera con un propósito mayor y a involucrarse en proyectos que promueven la diversidad e inclusión dentro de la compañía.
“Durante casi tres años, nos dedicamos a pensar iniciativas y programas que ayuden a incrementar las posiciones de las mujeres en puestos de liderazgo; acompañar a las mujeres y la familia en la maternidad, licencias especiales”, recordó.
Este equipo multidisciplinario trabajó en promover políticas que impactaron positivamente a las mujeres y las familias, como la creación de licencias especiales por maternidad o situaciones excepcionales como la hospitalización de un bebé.
Esta experiencia, según Wagener, le permitió reencontrarse con su propósito profesional. “Ponerle letra a esas políticas con impacto positivo me reconectó con mi vocación”, señaló, y destacó que este proceso la acercó al mundo del compliance, un área llena de desafíos que hoy ocupa un lugar central en su carrera.
Relación a largo plazo
Ser mentora es una experiencia enriquecedora que crea lazos duraderos entre las partes involucradas. “Ser mentora genera una relación de confianza a largo plazo para ambas partes porque es un vínculo que no se agota con las sesiones pactadas”, comentó.
Acompañar a sus mentoreadas a lo largo de su desarrollo profesional y verlas alcanzar posiciones de liderazgo o formar sus familias, fue una fuente de inspiración para ella.
“Es muy poderoso, porque siendo mentora vos también aprendés, te motivás, inspirás”, reflexionó Wagener, resaltando que el mentoring no solo beneficia a quien lo recibe sino también a quien lo brinda: “Acompañar a alguien a descubrir su vocación y concretar sus sueños es algo muy reconfortante”.
Maternidad, un momento clave
Wagener, madre de cuatro hijos, también abordó el tema de la maternidad y cómo afecta la carrera profesional de muchas mujeres. “El periodo de maternidad es especialmente importante. Lo importante es no tomar ninguna decisión intempestiva”, aconsejó.
En su experiencia, vio que muchas mujeres con gran potencial suelen dejar sus carreras al convertirse en madres. “Si encontrás ahí tu vocación, querés dejar tu carrera, está perfecto, sos libre y es muy valioso. Lo que hay que lograr es que tomes esa decisión a conciencia”, remarcó.
El mentoring, según Wagener, puede jugar un papel clave en este proceso. “Las mujeres podemos ser grandes mentoras de otras mujeres porque compartimos experiencias que nos atraviesan”, dijo al subrayar la importancia de generar espacios de apoyo para que las mujeres puedan tomar decisiones que les permitan crecer, ya sea en el ámbito profesional o personal.
Mentoring a distancia, un desafío y oportunidad
Wagener también mencionó las particularidades del mentoring a distancia: “Hay que ser respetuosa con las culturas y setear muy bien las expectativas porque implica un proceso con apertura muy grande”, explicó.
Es fundamental ser cuidadoso con las palabras, establecer reglas claras y generar un ambiente de cercanía incluso en contextos remotos, agregó.
Este enfoque culturalmente consciente es clave para empoderar a mujeres de diferentes países y contextos. Wagener enfatizó que no es lo mismo trabajar en Argentina que en México, Perú o Ecuador, y que es importante respetar las particularidades de cada lugar para que el mentoring sea efectivo.
Por qué iniciar un proceso de mentoring
Más allá de los beneficios personales, Wagener cree que el mentoring es esencial para compartir conocimientos y experiencias dentro de las organizaciones.
“Es algo que debe fluir, compartirse”, aseguró. En el contexto empresarial, el mentoring puede conectar a empleados de diferentes generaciones y niveles, lo que enriquece a ambas partes y crea un legado que perdura.
Finalmente, Wagener destacó el valor de construir relaciones de confianza a través del mentoring. “Lo más lindo es acompañar”, agregó. Para ella, el mayor éxito del mentoring es ayudar a otros a descubrir su vocación y ver cómo logran desarrollarse en aquello que realmente aman hacer.